Cuando esto acabe volveremos a la normalidad… Cada vez queda menos para volver a la normalidad… Toda esta situación me ha hecho reflexionar y cuando vuelva a la normalidad voy a ser diferente…
Llevamos ya casi 45 días de confinamiento para frenar la pandemia provocada por Covid-19. Y las frases con las que he empezado esta entrada de blog, han sido unas de las más escuchadas a lo largo de este periodo. Lo que ha llevado a preguntarme: ¿Qué era lo normal? ¿Quiero volver a la normalidad?

Lo cierto es que la normalidad era una crisis ambiental y social. Son muchos los científicos que relacionan la pandemia actual con la destrucción y presión que ejercemos en el medio ambiente. Pero esto no es algo nuevo. Los expertos en enfermedades infecciosas llevan décadas advirtiendo del riesgo de los cambios y alteraciones que los humanos producimos en los ecosistemas. De hecho, alrededor del 70%, se originan en animales, la mayoría silvestres y su surgimiento proviene de interacciones complejas entre animales salvajes y/o domésticos y humanos.

contaminación

¿A esto queremos llegar?

¿De qué forma ocurre esto?

El aumento de población y su movilidad, el cambio climático, la agricultura y ganadería intensiva, así como los mercados de animales vivos, favorecen la aparición de estas enfermedades. Explicaré estas relaciones a través de ejemplos para que resulte más sencillo.

El virus Nipah que se detectó en 1998 en Malasia, estuvo relacionado con la intensificación de producción de cerdos en el borde de los bosques tropicales. Habitados por murciélagos que eran reservorios de este virus, por lo que el contacto entre los cerdos y murciélagos provocó el brote. Otro caso, como el Ébola, se produjo por la proximidad urbana con el hábitat de los murciélagos, incluso por su caza.

No siempre son estos animales los reservorios de diferentes virus. Una de las teorías más aceptadas en el caso del VIH es el contacto de la sangre infectada de primates con cortes en los humanos durante la cacería de estos.

primate

Necesitamos proteger a todos los seres vivos

Si comentamos otro tipo de implicaciones, la propagación del virus del Zika se ha visto favorecida por el cambio climático. Con el aumento de las temperaturas se ha producido un incremento de la población de los mosquitos que son vectores del virus. Otro impacto sería la pérdida de biodiversidad. A mayor variedad de especies mayor control se ejerce sobre aquellas que son huéspedes de patógenos. Por otro lado, cuanta más biodiversidad haya, aumenta la posibilidad de que los virus se alojen en especies intermedias que no sean apropiadas para su propagación. Produciéndose una frenada del virus.

Además, los humanos no somos los únicos perjudicados por las pandemias. El patógeno que causa la quitridiomicosis de anfibios ha causado perdidas masivas de biodiversidad.

Se originó en Asia, pero fue ampliamente distribuido a países como Australia, a través del comercio y desplazamiento de las personas.

También hay factores naturales que son el motor de estas situaciones. Pero no debemos apoyarnos en ellos para evadir la responsabilidad de los humanos en estos asuntos.

¿Cómo se pueden evitar estas pandemias?

Si algo queda claro, es que los animales no son los culpables de las pandemias, sino la forma con que los humanos los tratamos. La producción intensiva ganadera y agrícola y la localización de estas, la pérdida de biodiversidad, o actividades como la urbanización de espacios naturales, son algunos ejemplos de ello. Esto lleva a un acercamiento de los humanos a la vida silvestre, ayudando la propagación de patógenos. Si le sumamos la movilidad de las personas hoy en día, es muy comprensible la propagación de estos.

Algo importante y a destacar es que la solución no se encuentra en erradicar a todos los animales que puedan ser vectores de virus. Que es una práctica común en estas situaciones y que sólo conllevan a un aumento de las pandemias futuras.

Por tanto, si se quiere reducir el riesgo de enfermedades infecciosas en el futuro se debe invertir no solo en ciencia de la salud que investigue las mejores medicinas, o mejorar la industria nacional para poder autoabastecernos en temas referidos a la salud. Sino que también se debe replantear la explotación de animales y de los espacios naturales para favorecer el crecimiento económico. Se debe estudiar y comprender los impactos y los posibles efectos de las actividades humanas. De esta forma buscar un equilibrio sostenible entre los avances tecnológicos y conservación del medio ambiente.

sostenibilidad

Piensa y vive sostenible

El blog de hoy ha sido un poco diferente, pero todos tenemos conocidos/as que están preocupados/as por sus negocios. No saben si podrán aguantar esta situación en la que no obtienen beneficios económicos, pero siguen teniendo gastos. También habrá personas que hayan perdido a un ser querido. Y otras muchas que su vida haya dado un giro tan grande que no será la misma. Puede que todo esto nos lleve a no tener la cabeza para pensar en la conservación del medio ambiente. Pero si hacemos caso a la ciencia, situaciones como estas pueden ser el pan de cada día si seguimos avanzando de espaldas a la sostenibilidad.

Algo positivo de esta situación es que los políticos han priorizado la salud al desarrollo económico. Quizá esta situación pueda servir de precedente para replantear las bases económicas actuales. Fruto de una producción y un consumo intensivo.

Espero que este blog haya conseguido el objetivo de divulgar información sobre la situación actual estudiando la historia de otras pandemias. Algo necesario para poder analizar toda la información que nos llega y ser más críticos con ella.

¡Mucho ánimo! Nos veremos pronto.

Referencias

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Marco, M.D., Baker, M.L., Daszak, P., Eskew, E.A., Godde, C.M., et al. (2020): Sustainable development must account for pandemic risk. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America. 117, Issue 8, 25 February 2020, Pages 3888-3892

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Roque Pérez, L., Alfonso Alfonso, Y., González Escudero, M., y Pérez Acosta, N.D., (2018): Influencia del cambio climático en la emergencia del Zika. 57279). 282-288.

Evans, T, S., Shi, Z., Boots, M., Liu, W. Olival, J.K., et al.(2020): Synergistic China–US Ecological Research is Essential for Global Emerging Infectious Disease Preparedness. EcoHealth. 17.160–173.