Durante este año intentando llevar a cabo el movimiento Zero Waste hemos realizado un gran aprendizaje en este camino. Hemos llegado a reducir de forma considerable nuestros residuos en general y en particular aquellos que no se reciclarán. Pero desde que el coronavirus llegó a nuestras vidas implicó una dificultad más a este propósito. Siempre intentamos fomentar y comprar en pequeñas empresas y comercios locales, pero con la llegada del coronavirus procuramos salir lo mínimo de casa. Íbamos más de lo habitual a grandes supermercados para comprar todo en un mismo sitio como habían recomendado. Además nos coincidió con el coche averiado en el taller y queríamos ser lo más eficaces posibles al salir de casa.

Primer análisis de la situación

En esos primeros viajes al supermercado, ya apreciamos una invasión del plástico de corto uso. Lo que pudimos confirmar con los datos ofrecidos por Ecoembes, afirmando que se ha aumentado en un 15% los residuos del contenedor amarillo desde el inicio del estado de alarma. Obviamente los plásticos se han convertido en un buen aliado para frenar los contagios, pero no debemos de conformarnos. Nada más entrar en el super tienes que lavarte las manos con gel hidroalcohólico para después ponerte unos guantes y evitar contagios por contacto. Sí cogemos frutas, verduras y hortalizas te recomiendan meterlo en bolsas de plástico, para evitar el menor contacto con superficies como pueden ser la cesta de la compra, la cinta transportadora, la cajera o el cajero, etc. Una vez llegados al punto de pagar, puedes meter tu compra en una bolsa reutilizable. Al salir del super no debes olvidar tirar los guantes que has usado durante la compra para evitar tocar el coche o las llaves de casa con ellos.

shopping

Nos hemos acostumbrado a esta imagen

Al llegar a casa empieza el ritual de desinfectar todos los artículos. Las bolsas que son de plástico muchas veces llegan rajadas por las partes duras de los propios productos, quedando inutilizables para otros usos, como bolsa de basura, por ejemplo. En ese momento, el de colocar la compra, pensábamos otra vez, hemos ido a comprar y de una forma u otra hemos aumentado los plásticos de corto uso.

El plástico de corto uso en nuestras compras

Fue remitiendo la situación y por fin teníamos el coche arreglado. Lo primero que hicimos fue volver a nuestras tiendas habituales. Solemos ir a dos fruterías diferentes, una en la que tú mismo puedes servirte y otra en la que es el dependiente quien te sirve. Os contamos esto porque queremos compartir nuestro consejo para evitar los plásticos en estos lugares, ya que puedes comprar local e irte a casa lleno de plástico igualmente, y a la vez evitar el contagio por coronavirus.

En la tienda de autoservicio simplemente entramos, nos ponemos los guantes de plástico y comenzamos a servirnos. La diferencia con las grandes superficies, es que al conocernos nos permiten pesar toda la fruta de forma individual y echarla directamente en nuestra bolsa reutilizable. De esta forma evitamos meterla en la cesta o que esté se aquí para allá. A la hora de pagar, enseñamos todos los tickets de los productos que hemos ido pesando y listo. De esta forma llegamos a casa habiendo usado  únicamente los guantes de plástico obligatorios.

en bici

Muevete siempre que puedas en bici

En la otra frutería que os comentábamos, es el dependiente quien te sirve. Por lo tanto el riesgo de contagio también se reduce considerablemente. Las personas respetan el aforo del local y el género únicamente es tocado por el dependiente que lleva guantes. Desde el primer día le pedimos amablemente que por favor metiera toda la fruta y verdura suelta en la bolsa. Es aquí cuando en ocasiones pueden mirarte con cara de extrañeza, pero también es justo cuando comprenden que hay una demanda cada vez más grande de las personas que rechazamos el plástico por otras alternativas. Esto mismo lo podrá confirmar nuevamente cuando le pidamos fruta más delicada y en su buena intención de que no se estropee intente meterla en una bolsa pequeña y entonces le demos la nuestra propia de tela. La segunda vez que vas a comprar ya suelen acordarse de ti. Ademas están encantados de no darte bolsas al comprender por qué lo haces.

El plástico de corto uso en nuestro hogar

Como os decíamos llevamos un tiempo intentando reducir al máximo los residuos que generamos y que no son reciclables por el sistema actual.  Ha habido momentos de frustración y cansancio, pero poco a poco hemos ido desarrollando nuevos hábitos.

Además de llevar las bolsas reutilizables siempre con nosotros, cambiamos el agua embotellada por filtros de carbón activo de bambú, ahorrando unas 950 botellas de agua al año. No compramos nada de pajitas, tenedores, vasos,…etc, que sean de usar y tirar. Aprendimos a hacer nuestro propio jabón sólido para evitar más envases, incluso hemos conseguido hacer pasta de dientes, aunque a Rubén no le agrada mucho el sabor que tiene. Por no hablar de que trituramos y transformamos en nuevos productos todo aquel plástico para el que todavía no hemos encontrado alternativa a su consumo y sea del tipo 2(HDPE) o 5 (PP).

jabonera de plástico reciclado

jabonera de plástico reciclado

Pero algunos residuos son más difíciles de evitar, como los briks de leche. Al igual que ocurría con el agua, solemos gastar bastantes al mes, por este motivo empezamos a buscar alguna otra solución. Probamos a hacerla nosotros mismos con diferentes frutos secos, especialmente de almendras y anacardos. El problema es que no siempre disponemos de tiempo suficiente en nuestro día a día para ello. Y aquí llegamos al meollo de la cuestión.

Invertir en el medio ambiente es invertir en tu futuro

Muchas personas no incluyen en sus rutinas acciones que reduzcan los residuos, ya que con el ritmo frenético que llevamos en nuestro día a día implica un esfuerzo tremendo. A veces no tenemos tiempo libre ni siquiera para ocio o disfrute personal. Entonces es muy fácil asociar invertir tiempo en este fin con perder el tiempo. Seguro que a todos se nos ocurren mil cosas que hacer al llegar a casa después de pasar todo el día fuera y no es pelar guisantes naturales para evitar generar latas o bolsas de plástico si son congelados. Pero lo cierto es que es muy satisfactorio cuando ves semana tras semana que tu bolsa de basura es más pequeña. Además, nosotros no nos obsesionamos con el tema y nos centramos más en el aprendizaje que estamos haciendo en el camino. Alternativas que estaban ahí pero no conocíamos. Al intentar reducir nuestros residuos también aprendimos a consumir. Intentamos tener en cuenta el comercio justo, el maltrato animal, fomentar las pequeñas empresas y el comercio local. Y todavía nos queda tiempo para tomar una cervecita con amigos y celebrar lo que haga falta.

Si el coronavirus ha venido para quedarse ¿Los plásticos de corto uso también?

Es importante hacer incisión en este tema porque hay casos, como en los hospitales que se utilizan para los equipos EPI, en los que son fundamentales y posiblemente insustituibles. Pero hay otros, en los que se pueden tomar medidas para reducirlos sin que supongan un riesgo. De hecho, ya se están desarrollando algunas iniciativas como el filtro biodegradable para las mascarillas por el CSIC. Sería algo muy positivo apoyar estas iniciativas y llevar a cabo una implicación social para que aumente la demanda. Nosotros mismos podemos alargar al máximo la durabilidad de las mascarillas y los guantes sin que supongan un riesgo de contagio. En nuestro blog anterior os decimos cómo.

Está claro que la preocupación social ahora mismo está en el coronavirus y en la situación económica, pero la ambiental también debemos tenerla presente. Sin duda esta siendo todo un reto concienciar sobre el uso del plástico en el momento actual. Pero no debemos perder de vista los impactos negativos de estos si su gestión y uso no es el adecuado. Puede que en unos años nos veamos libres de coronavirus pero rodeados de plásticos.

Esperamos que te hayamos ayudado con nuestros consejos para mejorar tus hábitos.Y recordar que lo importante es ir adquiriéndolos  poco a poco, sin desesperar. De lo contrario abandonaremos el recorrido.

¡¡Hasta pronto!!