Desde que iniciamos este proyecto no podemos pasar al lado de una botella de agua o una bolsa de plástico tirada en el suelo y no recogerla, esperamos que os esté pasando lo mismo. Es aún más frustrante cuando paseamos por la playa, cogemos todos esto plásticos grandes y vemos microplásticos alrededor.

Es curioso porque hasta que no dimos un paseo una tarde soleada alrededor del Mar Menor, una vez pasada la Dana y después el temporal Gloria, no nos paramos a observar estos materiales en nuestro querido Mar Menor. Además, hemos leído un montón de estudios sobre microplásticos en el mar mediterráneo, pero del Mar Menor no encontrábamos ninguno específico.

Entonces nos topamos con el que dice ser el primer estudio realizado sobre el tema, Bayo, et al. (2019), realizaron una investigación cuyo objetivo fue analizar las características de estos materiales en la arena y sedimentos de este maravilloso lugar, así fue como decidimos hacer la entrada de hoy.

Somos conscientes del estado actual en el que se encuentra esta laguna salada debido a la eutrofización y que los microplásticos no son el principal problema de su estado de deterioro. Cualquier espacio natural debería estar libre de estas partículas y que su presencia en sí misma ya es contaminación, no ayudando a la recuperación de ningún ecosistema. Además, como ya sabéis, nuestro objetivo principal es ganar la batalla contra la mala gestión de los residuos plásticos.

Microplásticos en el Carmolí

Cientos de bolitas de poliestireno en una playa cerca de la rambla del Albujón.

¿Qué nos dice el artículo?

Bien, lo que hicieron Bayos, et al. (2019) fue recoger 17 muestras de arena en zonas diferentes del Mar Menor (de donde no hay referencias anteriores) para analizarlas en el laboratorio. Las zonas concretas se pueden ver en el mapa de la figura 1. Para aquellas personas que quieran conocer el sitio exacto, en el artículo proporcionan las coordenadas, pero si los nombramos son los siguientes puntos: Playa Honda, Playa paraíso, Salinas Marchamalo interior, Mar de cristal, Islas Menores, Los Nietos, Saladar Lo Poyo Litoral, Saladar Lo Poyo interior, Playa La Perla, Los Urrutias, La manga, Marina del Carmolí Interior y litoral (en el sur y norte), Los Narejos y Santiago de la Ribera. Una vez que analizaron esas muestras se encontraron con que: por 1 Kg de arena había unos 53,1 microplásticos.

Figura 1. Mapa con los puntos de muestreo (círculos negros)

 

 

¿Es esta cantidad de microplásticos mucha o poca?

Para poder responder a esta pregunta es necesario comparar este resultado con otros estudios realizados antes, por ejemplo, si se compara con los datos recogidos en la isla de Norderney (Alemania) donde se registraron 2,3 partículas en 1kg de arena nos puede parecer mucha cantidad. En cambio, si los comparamos con los datos del Golfo de Beibu (China) con unos 6870 microplásticos por cada Kg de arena nos puede parecer que tenemos mucha suerte…

A mí, particularmente, me parecía muy poco teniendo en cuanta los últimos episodios de lluvias torrenciales que hemos vivido. Pero claro, resulta que las muestras fueron recogidas el invierno de 2017 y 2018 (octubre y noviembre), por lo tanto, aunque el estudio es muy reciente (se publicó en septiembre de 2019) no se tienen en cuenta ni la DANA ni el temporal GLORIA, que seguro que incrementaron estos valores. Solo hay que recordar la cantidad de objetos de plástico junto con bolsas enteras de basura que iban flotando en la escorrentía.

Además, mi opinión se ve reforzada por el estudio de Bayo, et al. (2919) que llega a la conclusión de que en las zonas del noroeste de la laguna registraron las concentraciones más altas de estos materiales (como podéis ver la figura 2), porque justo es donde se encuentran los cursos principales de agua que fluyen hacia la laguna, siendo la escorrentía una fuente muy importante para estos materiales.

Figura 2. .Mapa con la concentración de microplásticos en las zonas de muestreo

Por otro lado, aunque los datos sean del invierno de 2017 y 2018, nos ayuda a valorar como era la situación en este espacio. Algo muy interesante que hemos conocido gracias a este artículo es que las concentraciones de microplásticos en las playas naturales y urbanas son muy similares, aunque son ligeramente más altas las de las zonas urbanas, lo que recuerda el carácter de estar partículas que no conocen de legislación y acaban hasta en el más remoto lugar.

También debemos tener en cuenta que, aunque la concentración en esas zonas era más alta había poca diferencia con el resto, lo que llevó a los autores del artículo a pensar que las actividades locales también son una fuente para la concentración de estos materiales. Por ejemplo, en una de las quedadas para limpiar playas que organizó ANSE, pudimos ver una gran cantidad de plásticos procedentes de las actividades económicas que se desarrollaban alrededor de la zona. En el artículo que analizamos hoy se encontraron film, cuya procedencia se achaca al uso que se hace de ellos en la agricultura en esas zonas para mantener la temperatura deseada de los cultivos. También comentan que este tipo de plástico es frágil y puede ser degradado con facilidad y si recordamos la entrada anterior de nuestro blog, degradarse no significa desaparecer, es por ello por lo que el 71% de estos plásticos se encontraron en tamaños inferiores a 1mm.

Otro asunto que tratamos en nuestro blog anterior fue el origen de los micrplásticos, que podían ser secundarios o primarios. ¿Que no sabéis lo que quiere decir eso? entonces os animo a ir a la entrada anterior. concluyendo en el estudio que la mayoría de estos materiales encontrados eran secundarios.

Algo que Rubén y yo no podemos reciclar fácilmente con nuestro sistema, son precisamente los microplásticos.  Son tan pequeños que no se puede saber el tipo de plástico que son para realizar un tratamiento adecuado. En cambio, las personas que realizaron este estudio sí pueden saberlo gracias a una serie de técnicas y materiales del que disponen, llegando a la conclusión que el tipo de plástico que se encontraba en mayor cantidad era el LDPE, seguido del HDPE, PV, PP y PS.

El LDPE se utiliza para las bolsas de plástico o para el film con el que envolvemos alimentos. Lo que indica que otras actividades como el turismo también pueden producir la contaminación por estos materiales, debido al abandono de basura plástica. A veces esto ocurre de forma involuntaria, puede que dejemos un envoltorio sujeto con la chancla y que salga volando. Es más, en este artículo se han encontrado microplásticos de otros materiales que proceden de telas que se utilizan en la ropa de la playa. Incluso se han encontrado goma que se cree que es procedente del desgaste de las ruedas con el tráfico rodado. También se ha encontrado PVE que puede proceder de las embarcaciones de pescadores o recreativas.

Con esto no queremos buscar culpables por la contaminación de estos diminutos materiales, sino dar a conocer esta información y ayudar a que todo el mundo recapacite sobre la cantidad de plástico que utilizamos en nuestro día a día. Nosotros hasta que no leíamos este artículo, a pesar de lo formados que estamos, no caímos en la cuenta de que el simple hecho de tumbarnos sobre nuestra toalla en la playa ya realiza un impacto dejando pequeñas partículas. No hace falta dejar abandonada tu merienda para contaminar. Por ello desde aquí intentamos promover un consumo responsable y ser conscientes de todo lo que hemos comentado hoy, ya que por muchos servicios públicos que haya en las playas y la eficiencia de su limpieza, estos contaminantes no pueden ser eliminados. Ante este panorama una solución a este problema es reducir el consumo de estos materiales para corto uso y gestionarlos de una forma adecuada, para lo que se necesita conciencia ambiental.

Esperamos que os haya gustado nuestro analisis y juntos podamos seguir trabajando para mejorar nuestro entorno.

¡¡Hasta la próxima!!

Todos los datos comentados en esta entrada y las imágenes han sido sacadas del artículo:

Bayo, J., Rojo, D., y Olmos, S., (2019): Abundance, morphology and chemical composition of microplastics in sand and sediments from a protected coastal area: The Mar Menor lagoon (SE Spain). Environmental Pollution. 252 (B).1357-1366.